En el bosque de Bértiz (Nafarroa-Navarra) |
Esta foto la saqué a comienzos de otoño de 2013. Encontré la hoja en otra posición y mejoré el sentido de lo verde entre lo seco. Este es el Tao de la coservación de la vida, parafraseando al maestro Liu I Ming en su libro "Despertar al Tao".
En un capítulo titulado "Sobre el florecimiento de los árboles, la extensión de los arroyos" dice que todo lo que tiene raíz profunda, florece de forma natural y que entonces este es el Tao de la preservación y el mantenimiento de lo fundamental. Esta hoja verde rodeada de lo seco es la imagen de la conservación y también de la distinción. Es el Yang dentro del Yin, el color y la luz rodeado de lo pardo y ya hecho dominio de la tierra. Aunque el maestro Zhuang Zi diría, malo, malo, eso es distinguirse demasiado, mejor esconderse entre las demás hojas para no ser robado. De alguna manera es cierto.
Es la única hoja a la que tendemos a hacer caso y a robarla del suelo.
En uno de sus cuentos-imagen habla de un enorme árbol milenario que se conservó debido a que era un árbol inútil. Estaba completamente retorcido, de aspecto poco atrayente, especialmente para los carpinteros, pero incluso para cualquier artesano o artista. Era sencillamente un árbol que no atraía a nadie. Por eso duró tanto tiempo.
La imagen es un contraste de colores. Domina la masa seca, pero aún así el atrayente color verde de la hoja central tiene tanto poder que acapara cualquier extensión de hojas secas que tuviera alrededor. De hecho, se veía a distancia. Sin embargo, todas son hojas caídas, aunque en distinto período de conservación.
El Tao de la conservación de la vida es cómo mantenerse fresco frente a lo seco, con color ante la decoloración, flexible al contrario de lo rígido, vistoso y alegre en comparación del alrededor moribundo. El Tao de la conservación de la vida es mantenerse cerca de la "fuente" de la vida. Esa hoja caída es aún verde, pero no por mucho tiempo. La que permanece aún en la rama, junto a su "fuente de vida" ésa se mantendrá más tiempo.